En 2008 se encontraron varias momias del Neolítico durante una excavación realizada en San Fernando, Cádiz. Las más llamativas fueron dos que aparecieron abrazadas y que los arqueólogos bautizaron como “los enamorados”. Ahora, los análisis del laboratorio han demostrado que una pertenece a un sujeto de sexo indeterminado de unos 40 años de edad, y la otra a una niña de unos doce. No hay duda de que quienes realizaron el entierro querían resaltar la existencia de un vínculo afectivo entre los fallecidos.
Redacción QUO