Tiene sabor colonial. Cuando los británicos llegaron a la India en 1877, asimilaron las modas locales, y entre estas, la costumbre de aplicar un líquido jabonoso en el cabello para dar un masaje. El nombre procede de la palabra inglesa shampoo, que significa eso: dar masajes.
De la colonia inglesa dio el salto a la metrópoli, y los peluqueros londinenses comenzaron a elaborar sus propios compuestos, que se fabricaban con jabón negro hervido en agua a la que se añadían cristales de sosa.
Redacción QUO