Casi todos los indicios apuntan a que en China, hace unos 2.500 años, comenzaron a utilizarlas como un ejercicio de meditación: para ellos (aún hoy), el hilo de la cometa conecta la mano y el espíritu del hombre con los elementos.
Por eso, las cometas chinas son las mejores del mundo. Pero no está del todo claro que se inventaran primero para la guerra. Los usos bélicos eran dos, fundamentalmente: dar señales a las tropas desde lejos y medir distancias. Además, los servicios de aeroestación militar de algunos países dispusieron de cometas hasta la I Guerra Mundial por su utilidad bajo ciertas circunstancias meteorológicas adversas.
Redacción QUO