Los restos de una tumba maya de 1.600 años de antigüedad han sido descubiertos en la pirámide de El Diablo, en la ciudad de El Zots (Guatemala). La tumba conserva los cráneos de seis niños, posiblemente los restos de un sacrificio humano, así como una colección de relieves, estucos, cerámicas y vestidos de gran colorido.

El equipo de arqueólogos, dirigido por Stephen Houston de la Universidad Brown (EE.UU.), explica que la tumba pudo conservar los restos de una persona adulta de entre 50 y 60 años, pero todavía no se comprobado.

Según Houston, la riqueza de los restos hallados indica que probablemente pertenezca al fundador de una dinastía maya. El grado de hermetismo de la tumba ha permitido conservar en buen estado los restos durante los cientos de años que ha permanecido oculta.

Redacción QUO