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Si antes fue el volcán islandés, ahora los problemas en los aeropuertos los traen los controladores. El Ministerio de Fomento ha señalado que podría recurrir a controladores militares para hacer frente a las reiteradas bajas laborales de sus homólogos civiles, en unas fechas estivales en las que cientos de miles de personas transitan los aeropuertos españoles. Ahora bien, ¿pueden los técnicos militares ofrecer el mismo servicio?
La Sociedad Española de Control de Tránsito Aéreo (Sodecta), la única asociación que representa a dicho colectivo en España, asegura que están «perfectamente preparados» para suplir a los controladores civiles, ya que no existen diferencias entre la labor que llevan a cabo ambos profesionales.
No obstante, desde Sodecta se reconoce que es necesario que reciban formación adicional, porque al asumir un puesto de trabajo en una dependencia distinta, hay unos procedimientos y normativas que cumplir. El tiempo en el que podrían estar listos para suplir a los controladores civiles depende de la complejidad del aeropuerto, matizan. Asimismo, los controladores militares que asumieran las nuevas tareas deberían estar en posesión de la licencia europea de control.
Según el Ministerio de Defensa, el proceso de formación podría empezar en cuestión de semanas o, incluso, días, una vez que el Ministerio de Fomento comunique al de Defensa cuántos controladores necesita. Según Sodecta, en la actualidad hay cerca de 280 controladores militares en activo, a los que se podrían añadir otros 320 que han completado el curso de controlador aéreo, aunque no lo ejerzan.
En cuanto a la seguridad, los controladores militares aseguran que estaría “garantizada”. Cada año pasan por sus manos muchos millones de personas y en los últimos años no se ha producido ningún accidente, recuerdan. Los controladores aéreos militares trabajan en los ocho aeropuertos de uso civil y militar que existen en España: Valladolid, San Javier (Murcia), León, Salamanca, Badajoz, Zaragoza, Albacete y Torrejón de Ardoz (Madrid).
Por lo tanto, las principales diferencias entre ambos profesionales se encontrarían en su sueldo: un técnico militar gana una media de 27.500 euros brutos anuales, frente a los 200.000 euros brutos anuales de media de los civiles.
Redacción QUO
