Sí. La creencia popular sostiene que la falta de calcio guía su instinto, pero más bien se trata de un trastorno psicológico. Lo cierto es que la “pica” –comer sustancias no nutritivas ni medicamentosas– disminuye la absorción intestinal de oligoelementos importantes, como hierro, zinc, magnesio, el propio calcio y, de hecho, se suele acompañar de falta de hierro.
No es infrecuente que esta conducta se asocie a carencias afectivas.
Enviada por Publio Martín-Barroso, Zamora
Redacción QUO