Hay varias teorías. Hacia 1920 se señalaron presuntas concomitancias del euskera con el finougrio, el tronco de lenguas no indoeuropeas de donde provienen el finlandés y el húngaro.Otros lingüistas encontraron similitudes con las lenguas camíticas de África, mientras que otros vincularon el vascuence con los idiomas uralo-altaicos de Siberia y Asia central.

Pero la teoría que más peso ha adquirido es la que establece un parentesco con las lenguas caucásicas. Aunque se desató la po­lémica y Luis Michelena, una autoridad en el estudio del euskera, rechazó inicialmente este vínculo. Después pudo comprobar que sí existía cierto parecido entre ellas, como, por ejemplo, la pluralidad en la persona de los verbos y ciertas palabras del mundo agropecuario. Pese a todo, Michelena siempre se mantuvo escéptico y la duda pervive.

Alejandro Quiroga
Historiador. Universidad de Newcastle

Enviada por Íñigo Laita, correo electrónico

Redacción QUO