Durante la ovulación, las mujeres compran ropa y se visten con el objetivo de impresionar, no a los hombres, sino a las mujeres, según un estudio de Kristina Durante, de la Universidad de Minnesota. El objetivo último es, por supuesto, seducir a los hombres, pero para ello han de competir y “desmoralizar” a sus supuestas rivales.
El estudio de Durante tiene particular relevancia para el sector de moda, pues esos cinco o seis días de ovulación se convierten en billones de consumidoras con necesidades de productos sexy.
Redacción QUO