Aunque en la Antigüedad ya se utilizaban remedios contra la halitosis, el primero que se vendió, en 1880, fue Listerine.

Su inventor, Joseph Lawrence, lo llamó así en honor del cirujano inglés Joseph Lister, quien ha pasado a la historia de la medicina por haber introducido drásticas medidas sanitarias en las salas de operaciones.

Redacción QUO