Lo hacían para ser declarados inválidos y evitar los trabajos forzados a los que se les sometía. Debió ser frecuente, porque las Autoridades soviéticas tuvieron que aclarar que los mutilados no serían amnistiados. De hecho, la automutilación (samorub), como el sabotaje, se castigaba duramente.
El poeta Anatoli Zhigulin cuenta que uno de sus compañeros en Siberia se cortó cuatro dedos: le obligaron a sentarse en la nieve y pasar el día viendo trabajar a los demás. Acabó pidiendo una pala de trabajo.
Redacción QUO
Los científicos confirman la composición del núcleo interno de la luna, que consiste en una…
El cambio climático multiplica la amenaza de la resistencia a los fármacos antimicrobianos
Un equipo de geólogos descubre rocas de 3.700 millones de años de antigüedad, que podrían…
Los fósiles excepcionalmente conservados de un antiguo tiburón que convivió con los dinosaurios han revelado…
El aumento de la esperanza de vida y el retraso de la jubilación podrían explicar…
Tiene una imagen futurista, llega con motores de gasolina 1.0 y 1.2 y se venderá…