Se dice que, si tiene dos patas en el aire, la persona murió en combate; si una de las frontales está en el aire, fue por heridas en combate; y si tiene las cuatro patas en el suelo, falleció por causas naturales. Pero, por ejemplo, esto no se cumple en algunas estatuas de Carlos IV, Felipe III y Francisco Pizarro, por poner ejemplos españoles..

Redacción QUO