¿Es un armiño lo que porta la muchacha en sus manos?, pues más bien es un hurón blanco, el animal favorito en la Edad Media para cazar conejos debido a la facilidad para ser localizado en la maleza espesa. Esta es la conclusión a la que han llegado diversos especialistas que han examinado el cuadro prestando particular atención a la fisonomía del animal.
El armiño es un animal salvaje, difícilmente amaestrable, por lo que sería muy difícil haberlo podido utilizar como modelo para un cuadro de Leonardo da Vinci que era notoriamente lento y reflexivo a la hora de pintar. Por el contrario, el hurón puede ser domesticado casi como un gato, además de ser un animal relativamente fácil de encontrar en la campiña lombarda de la época (a diferencia del armiño que prefiere climas más rigurosos).
Redacción QUO