Los habitantes de Preah Vihear, en Camboya, se han llevado un buen susto. Varios fragmentos de metal y caucho han caído desde el cielo sobre su aldea, y a lo largo de un área que abarca unos diez kilómetros de terreno.

Afortunadamente, nadie resultó herido, pero podría haber ocurrido una tragedia si alguno de los pedazos hubiera alcanzado a alguien. Ya que algunos pesaban hasta cuarenta kilos. Pero, ¿de dónde proceden?

Nadie lo sabe con certeza, aunque el hecho de que no sean demasiado grandes ha hecho que las autoridades piensen que pueden pertenecer a drones que sobrevolasen al zona. Aunque tampoco se descarta que pertenezcan a algún satélite.

Los habitantes de Preah Vihear no están, lógicamente, habituados a que “lluevan” objetos metálicos. Pero eso es algo bastante normal en otras partes del mundo. Como en la república rusa de Altái. Se estima que allí han caído desde 1957, 2.000 toneladas de chatarra espacial, provenientes de las fases de los cohetes que se lanzan desde las bases situadas en al vecina Kazajistán.

Se calcula que actualmente hay 7.000 toneladas de restos de cohetes y satélites orbitando el planeta. Afortunadamente, el 71% de ellos caerá sobre el mar. Aunque el resto puede hacerlo sobre zonas que estén pobladas.

Fuente. IFL Science.

Vicente Fernández López