En China también hay pirámides. Son aproximadamente cuarenta, y fueron construidas por los emperadores de la dinastía Han. Tal vez no sean tan conocidas y espectaculares como las de Egipto, pero comparte con ellas una características. Están alineadas con los puntos cardinales.

Pero hay algo que siempre ha intrigado a los científicos. Mientras algunas de esas pirámides orientales muestran una alineación perfecta respecta al Polo Norte, hay otras que tienen una pequeña desviación, de casi 14 grados.

¿Pudo ser un error de los arquitectos? Esa parece la respuesta más sencilla. Pero, ahora, un astrónomo italiano llamado Giulio Magli ha propuesto otra hipótesis realmente interesante. Que tal vez los constructores del monumento no quisieron apuntar no quisieron apuntar realmente al Polo Norte, sino la Estrella Polar.

Magli toma como referencia un movimiento de nuestro planeta conocido como precesión de los equinoccios, que hace que la Tierra realice un movimiento circular que tarda en completar 25.700 años. Eso significa que si el Polo Norte y la estrella Polar están hoy alineadas, no se encontraban en la misma posición hace 2.000 años.

Y fue a la posición de dicha estrella en aquellos tiempos, a la que quisieron apuntar los arquitectos chinos al construir sus pirámides.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López