La ciudad deTeherán ocupa un área de casi 700 kilómetros cuadrados, y tiene una población cercana a los once millones de habitantes. Pero, ahora, científicos del país alertan de que la capital de Irán se está hundiendo, en el sentido más literal del término.

La ciudad está sufriendo un acelerado proceso de subsidencia, proceso geológico consistente en el hundimiento progresivo y vertical de una superficie. Puede ser provocado por el corrimiento de las placas tectónicas, pero también por los trabajos de extracción de los depósitos de gas y agua acumulados bajo el subsuelo. Y en el caso de Teherán, parece que el drenaje del agua subterránea es la principal causa.

Los autores del informe alertan de que en algunas zonas, la ciudad se está hundiendo a un ritmo de 25 centímetros al año. Aunque en otras, como el aeropuerto, es algo más lento, de solo 5 centímetros anuales.

Los depósitos de agua subterránea de la ciudad se están quedando secos. Un proceso que parece irreversible ya que, a pesar de las lluvias, no se recuperan. Lo que parece indicar que el terreno ha perdido su porosidad.

Fuente: Nature.

Vicente Fernández López