Aunque muchos atletas griegos competían desnudos, eran muy pudorosos. Mostrar el glande estaba mal visto, y por eso lo ataban con un hilo o cinta fina de cuero llamada ‘cinodesma’ (también conocido como ‘nudo de perro’). Algunos unían luego la banda a la cintura, para mostrar el escroto, y otros la ataban a la base del pene, con lo que conseguían mostrarlo curvo al público. Los romanos adoptaron la costumbre, pero usaban anillos.
Redacción QUO