Los hoyuelos de los bebés se forman cuando un músculo pequeño y rectangular, llamado ‘cigomático mayor’, está hecho de dos piezas en vez de una. La peculiaridad se hereda genéticamente, pero también pueden formarse por la acumulación de grasa, que hace el efecto cuando se pliega en las mejillas.
Los bebés acumulan el tejido en los mofletes porque los ayuda a succionar la leche, y por eso casi todos tienen hoyuelos. Una vez mengua el volumen facial, solo los que han heredado la marca genéticamente o sufren un alarmante sobrepeso los conservan.
Redacción QUO