Sustituir los escritorios por mesas altas, en las que los empleados tengan que estar de pie, podría evitarles muchas horas de pernicioso sedentarismo. Al menos, es lo que defiende una moda que ha calado lo suficiente como para que los científicos se ocupen de verificarla.
El resultado de las investigaciones no servirá para extender la práctica: sí, se queman más calorías, pero son tan pocas que adelgazar así es poco menos que imposible. Según un estudio, son poco más de 9 calorías más a la hora. Habría que pasar todo el día en pie para quemar la energía que proporciona una taza de café.
Ya en 2018, un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology investigó sobre este problema y descubrió que permanecer de pie, en lugar de estar sentado durante seis horas al día, podría evitar el aumento de peso y hasta ayudar a perder una media de 2.5 kg en un año (¿compensa?).
Redacción QUO