Un esquiador que se dedique al descenso será más veloz cuanto más pese, ya que la fuerza de la gravedad es la misma para todos pero el empuje del peso no. Pero los esquiadores livianos salen beneficiados en el salto de esquí.

Estos deportistas cuidan mucho la postura que adquieren en el salto para aprovechar el empuje que el aire ejerce hacia arriba, que se maximiza avanzando en cierto ángulo respecto al suelo y teniendo el menor peso posible. Al final, la ligereza es más importante a la hora de alargar el salto que el peso extra, que produce que el esquiador coja más velocidad en la rampa y salga disparado con más fuerza.

Redacción QUO