Bajo el nombre «Write a Letter, Win a House» (Escribe una carta, Gana una casa), la dueña de esta mansión de 360 metros cuadrados y dos pisos en la localidad canadiense de Millarville, Alla Wagner, ha dado una vuelta a la forma de poner su hogar en venta. En lugar de tenerla en una agencia y que le mareen con innumerables visitas, decisiones de última hora, hipotecas que no llegan… ha pensado que lo mejor es crear un concurso para que te quedes con ella. Eso sí, no lo va a poner fácil… vas a tener que convencerla.
La idea es que le escribas una carta con un máximo de 350 palabras en la que le expliques quién eres y por qué debes ganar el concurso. Junto a ella debes incluir un cheque o un ingreso de 25 dólares canadienses (16,50 euros), que se irán sumando a una cuenta cerrada la cual servirá para hacer frente a su precio total de venta 1.700.000 dólares (1.126.000 euros). La idea es alcanzar las 68.000 cartas que hagan frente a este gasto antes del 5 de abril, pero en caso de que el concurso esté teniendo éxito lo ampliaría otros 3 meses más para que pudiera participar más gente.
Según apunta Wagner, se decidió a dar este paso por necesidad. Su estado de salud ha empeorado en el último medio año y esta casa se le hace demasiado grande, incluso ya le cuesta hacer vida en la planta de arriba porque le es imposible subir hasta allí. Así que se interesó por una situación parecida que ocurrió en 2015, cuando el dueño de una casa en Maine logró sacar adelante una venta de la misma manera, lo único que en lugar de pedir una cantidad más bien simbólica, elevó en su momento hasta los 125 dólares la participación. Como Wagner sabe que la situación no es la mejor para comprar una casa en los alrededores, ha preferido tirar por lo bajo y que participe cuanta más gente mejor.
Para ella, no existe mejor manera de vender la que ha sido su casa durante tantos años, descubriendo el interés que realmente hay detrás de cada persona que participe. Las 500 mejores historias serán seleccionadas y subidas a Internet para que entre el público y un jurado especializado puedan dar con la carta que mejor describa la razón para irse a vivir allí. En caso de que a lo largo de este tiempo, la mujer fallezca o logren vender la casa por otros modos, el concurso quedaría invalidado y devolverían el dinero tal y como llegó.
En cierta forma es una especie de crowdfunding, pero sabiendo que tu dinero puede ir a un fondo perdido y que solo dos personas saldrán ganadoras, la dueña por vender la casa y quien sea el merecedor de conseguirla… Son muchos quienes ponen en duda el concurso, si es real, si la mujer está dando pena para sacar popularidad y vender la casa por otro lado… pero ya hay muchos interesados. Y es que, ¿quién no quiere una casa así al lado de un lado? Por el momento, está recibiendo una media de 500 cartas diarias de todas partes del mundo. Veremos si consigue la ganadora.
Aquí puedes encontrar la forma en la que puedes participar y cuáles son las condiciones.
Alberto Pascual García