En el ataque a la cripta de la iglesia de San Michan de Dublín (Irlanda), ocurrido el fin de semana pasado, los vándalos se han llevado la cabeza de la momia de un soldado conocido como el Cruzado, de hace 800 años, y alguna más, como la de una religiosa de hace 400 años. El archidiácono David Pierpoint describió cómo la cabeza del Cruzado había sido “separada de su cuerpo y robada”. La cámara funeraria ha sufrido también algunos daños.
El arzobispo de Dublín, Michael Jackson, ha expresado su indignación por el suceso y ha pedido a los responsables que recapaciten y devuelvan la cabeza robada. “Me sorprende que este antiguo lugar funerario haya sido atacado y que los restos de los que aquí descansan hayan sido profanados”, ha declarado. Es posible que los restos momificados robados se corrompan en contacto con el exterior.
El Cruzado murió en el transcurso de una cruzada para retomar Jerusalén. Debido a su gran tamaño, rompieron y doblaron sus piernas para que pudiera entrar en el ataúd de la cripta católica de San Michan. Construida en 1095, la iglesia es uno de los puntos con mayor interés turístico. Según una leyenda local, su cripta inspiró al autor de Drácula, Bram Stoker.
No es el primer ataque que sufre la cripta de San Michan. En 1996, un grupo de adolescentes irrumpió en el lugar y tomó varios cuerpos momificados de sus ataúdes. “Los arrastraron por el suelo y parecían estar jugando al fútbol con sus cabezas”, narra Pierpoint, quien ha anunciado que la iglesia se verá obligada a cerrar la cripta tras este último episodio.
Marian Benito