Aruqeólogos chilenos han desenterrado en el desierto de Atacama, la tumba de un bebé , enterrado en una sepultura excavada a unos 70 centímetros de profundidad. Los restos del niño estaban envueltos en una lujosa túnica, y estaban rodeados por objetos de gran valor. Por lo que se supone que era el hijo de una mujer con cierto estatus social. Tal vez una especie de chamán femenino.

La antigüedad de los huesos ha sido datada en torno al año 500 de nuestra era. Pero lo más llamativo ha sido que los análisis han revelado la presencia de restos de nicotina en el pelo de la pequeña momia.

Los análisis también sugieren que el niño absorbió la nicotina a través de la placenta, y que pudo morir poco antes de culminarse el embarazo, a causa del consumo de tabaco de su madre durante el embarazo.

Fuente: ancient-origins-net.

Vicente Fernández López