Quien no ha escuchado alguna vez aquello de “coge una escoba y vete a barrer el desierto”? Pues eso es lo que están haciendo en una zona de Egipto. Desde hace seis años, una ONG local del país norteafricano llamada Al Ayah (que significa “vida”) celebra la operación Desierto blanco. Se trata de un encuentro anual en el que un grupo de voluntarios y ecoturistas unen sus fuerzas con las de los beduinos que habitan en el oasis de Farafra, para limpiar el desierto de los desperdicios abandonados por los turistas y los viajeros menos responsables. La campaña de 2008 duró cuatro días, durante los cuales los basureros de las dunas recogieron hasta tres toneladas de detritus, que incluían desde latas de refrescos hasta compresas y envases de plástico, lo que da una idea de lo sucia que había llegado a estar la zona. El desierto blanco es considerado como uno de los rincones más bellos de Egipto, y recibe ese nombre por la existencia de unas formaciones rocosas de piedra calcárea totalmente blanca, a las que la erosión les ha dado formas caprichosas.
Redacción QUO