El orgasmo múltiple despierta mucha curiosidad, demasiada leyenda y un gran interrogante: ¿todas las mujeres pueden tenerlo? Ocurren cuando una persona alcanza el clímax más de una vez durante un período de actividad sexual. Según la Sociedad Internacional de Medicina Sexual (ISSM), la mayoría de las mujeres tienen la capacidad de tener orgasmos múltiples, pero solo un 15% lo logra.
Los orgasmos múltiples no se han estudiado en profundidad, y gran parte de lo que sabemos proviene de las historias personales de las mujeres que los experimentan. Tampoco hay, según la ISSM, una definición exacta. “Algunos expertos creen que ocurren uno tras otro, con escaso tiempo de inactividad en el medio, y otros consideran que puede transcurrir más tiempo entre uno y otro”. De manera que, según esta segunda opinión, una mujer podría alcanzar el clímax una vez, descansar un poco y, unos minutos después, tener un nuevo orgasmo. Estos orgasmos que se van sucediendo después del primero pueden ser menos intensos, pero igualmente agradables.
La razón por la que el porcentaje es tan bajo todavía se está investigando, pero podría estar relacionada con una falta de información. Durante el coito, es más difícil de conseguir, aunque no imposible. Quienes mejor se han ocupado de este asunto son los diseñadores de los juguetes sexuales, que están revolucionando nuestra vida sexual. La firma Lelo dispone de varios vibradores con potentes motores y varios modos de proporcionar estimulación, interna y externa. Algunos están adaptados para su utilización en la ducha. Su uso privado soluciona uno de los factores que impiden el disfrute de orgasmos múltiples, el tabú. Lo que viene a demostrar el juguete sexual es que el secreto está en sentirse cómodos y en estimular las áreas correctas de placer.
Investigadores de la Universidad de Oporto observaron que los pensamientos negativos y la ausencia de imaginación sexual son determinantes en la capacidad de responder sexualmente o de experimentar placer sexual. El desarrollo de estrategias que lleven a emociones y pensamientos automáticos positivos aumentaría notablemente el placer experimentado durante la actividad sexual.
Marian Benito