Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña.” Parafraseando el célebre dicho, el ciclista Thijs Zonneveld ha contratado a un grupo de ingenieros para construir nada menos que una montaña artificial en las nederlanden, las tierras de los Países Bajos al este de Holanda que, si por algo destacan, es por ser unas extensísimas llanuras en las que, como mucho, asoma alguna pequeña colina.
Se estima que el proyecto estará concluido para 2018, y aunque los técnicos neerlandeses no pretenden competir con los Alpes ni con los Pirineos, esperan que su montaña tenga la altura suficiente para contar, por ejemplo, con pistas de esquí y molinos de viento que produzcan energías renovables. El proyecto tendrá un coste de 200.000 millones de euros.
Redacción QUO