Estudios de la Universidad McMaster y del Rotman Research Institute de Toronto revelaron que cuatro simples meses de educación musical eran suficientes para mejorar notablemente el desarrollo del cerebro. Los estudios siguieron los pasos de un grupo de jóvenes aspirantes a músico de entre cuatro y seis años durante un curso de un año, midiendo los patrones de actividad neuronal en cada uno de sus cerebros.
Cuando los científicos compararon a estos jóvenes Mozarts con un grupo de control, comprobaron que el cerebro de los jóvenes músicos se desarrollaba de forma diferente. La formación musical parecía mejorar el área de procesamiento de información asociada con la atención y la capacidad global de memorización de los incipientes músicos.
Redacción QUO