Cuando una pareja de búhos reales ( Bubo bubo) tiene descendencia, permanece unos dos meses en el nido, entre el período de incubación y de cría de los polluelos. En esa época, papá búho se vuelve especialmente agresivo con los intrusos, que a veces no sobreviven para contarlo. Eso sí, se encarga de avisar antes del “estado de excepción” de sus dominios.
Hasta ahora se pensaba que realizaba esa alerta con un ulular característico, los biólogos del CSIC Vincenzo Penteriani y María del Mar Delgado acaban de proponer que su repertorio de señales podría ser mucho más amplio (y seguro). Además de los sonidos, los búhos riegan el entorno de su hogar con señales visuales como heces y restos de sus presas, especialmente vistosas plumas. Además de resultarles económicas, porque no necesitan invertir energía extra en conseguirlas, estas marcas permitirían al macho alejarse tranquilo del nido de vez en cuando.
Pilar Gil Villar