1. Nace Georges Gilles de la Tourette

Tal día como hoy, en 1857, nacía en Francia el neurólogo Georges Gilles de la Tourette. Es el epónimo del trastorno neuropsiquiátrico síndrome o trastorno de Tourette. Este, se caracteriza por múltiples tics vocales (fónicos) y físicos (motores).

Tourette fue el primero en publicar, en 1885, un resumen de nueve casos de personas que mostraban reflejos involuntarios.

2. Una placa de cultivo llama la atención de Alexander Fleming

El 30 de octubre de 1928, según recoge el cuaderno de laboratorio del científico escocés, una placa de cultivo llama su atención. Entonces, descubrió que uno de sus cultivos de gripe se había contaminado accidentalmente con moho y que la bacteria no crecía en ese punto. Después de muchos ensayos, se percató de que había descubierto una sustancia antibiótica capaz de matar a las bacterias que causan un buen número de infecciones en los humanos.

Su nombre era Alexander Fleming y así descubrió la penicilina, uno de los descubrimientos más importantes para el bienestar del ser humano.

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3. Orson Welles aterroriza Estados Unidos al leer por radio La guerra de los mundos

Hoy se cumplen 74 años de que Orson Welles, bajo el sello de la CBS, provocara el pánico en varias ciudades de Estados Unidos al leer por radio La guerra de los mundos (de H. G. Wells).

Los hechos, que se relataron con formato informativo, pillaron por sorpresa a los que conectaron al programa una vez empezado, ya que no escucharon un detalle principal: «es una dramatización«. Así, la gente, totalmente desubicada, pensaron que se trataba de una emisión real de noticias y que los extraterrestres invadirían en breves instantes EEUU. Redacciones de noticias y comisarías de policía se colapsaron. Reinó la histeria colectiva.

Al día siguiente lo menos que se pedía era la cabeza de Orson Welles, quién pidió disculpas por la ‘broma de Halloween’.

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4. Muere Pío Baroja

Tal día como hoy, en 1956, moría en Madrid el escritor y médico español, Pío Baroja. Afectado por la arterioesclerosis, el escritor de la Generación del 98 murió con 84 años.

Fue enterrado en el Cementerio Civil de Madrid como ateo (era un gran escéptico), formando un gran revuelo en la sociedad de la época. Su ataúd fue llevado a hombros por grandes de la literatura como Cela y Ernest Hemingway.

Aunque era un habitual del genero narrativo, Baroja se acercó también al teatro, el ensayo y la biografía.

Redacción QUO