El Escorial. Se cuenta que Felipe II eligió este lugar con la intención de tapar la entrada al infierno, que algunas leyendas situaban allí. Se dice que durante su construcción se vio en varias ocasiones a un enigmático perro negro que presagiaba la inminente muerte de algún obrero.
Museo del Prado. Una pinacoteca repleta de cuadros con misterio, como las pinturas de El Bosco, a las que algunos investigadores atribuyen significados ocultistas. Por si fuera poco, una leyenda madrileña afirma que frente al edificio se aparece la hija del mismísimo Satán si se la invoca.
El palacio de Linares. Se cuenta que en él moran los fantasmas de los primeros marqueses, de quienes se dice que en realidad eran hermanos, y de una niña fruto de su amor incestuoso y a la que asesinaron. Aunque en 1991 una investigación del CSIC demostró que las psicofonías y las fotos de fantasmas allí tomadas estaban trucadas.
El cerro de Garabitas. Situado en la Casa de Campo. Se dice que cada madrugada se juntan allí las ánimas de todos los madrileños muertos.
El palacio de Cañete. Construido en plena calle Mayor, está supuestamente encantado. Dicen que allí se aparece el fantasma de un hombre sin cabeza.
Museo Reina Sofía. Desde 1995, muchos testimonios hablan de fenómenos extraños, como puertas que se abren y cierran solas, y gritos.
Redacción QUO