Son muchos los momentos en que deseamos que se apaguen las luces y darnos un respiro. Uno de esos momentos, según una investigación reciente publicada en Journal of Environmental Psychology, es cuando queremos ser creativos.
Según Anna Steidle, autora del estudio, las habitaciones oscuras o con una luz tenue “provocan sensación de libertad, autodeterminación y reducen la inhibición«, lo que, a su vez, ayuda a fomentar el pensamiento innovador y mejorar el rendimiento creativo. Para llevar a cabo el experimento, Steidle dividió a 114 estudiantes alemanes en dos grupos: uno en una sala oscura y otro en una bien iluminada. El resultado, tras 6 pruebas habituales en la investigación de la creatividad, los voluntarios afincados en la penumbra habían resuelto correctamente muchos más problemas que los otros.
* Publicado en la sección Quonectados nº 216
Redacción QUO