Decenas de investigadores y activistas contra el sida que se dirigían a una conferencia internacional sobre esta enfermedad en Melburne (Australia) viajaban a bordo del avión malasio que fue derribado en Ucrania.

La noticia fue anunciada por el director del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), Michael Sidibe, a través de su cuenta de Twitter: «En este momento increíblemente triste y sensible, permanecemos junto a nuestra familia internacional y enviamos nuestras condolencias a los seres queridos de aquellos que han fallecido en esta tragedia». Posteriormente, la ministra de Exteriores australiana, Julie Bishop, confirmó los trágicos sucesos.

Todavía no se conoce la cifra exacta del número de expertos muertos en el accidente, pero según la prensa australiana, la cifra podría ascender hasta los 108.

Entre las víctimas se encontraba Joep Lange (en la imagen), uno de los profesionales más reputados en la lucha contra sida, famoso por su campaña a favor de la comercialización de tratamientos más baratos en los países pobres. Lange presidió la Sociedad Internacional del Sida (IAS, en sus siglas en inglés), organizadora del congreso donde iba a asistir.

Otro de los fallecidos es un trabajador de la Organización Mundial de la Salud, Glenn Thomas, portavoz del Programa Especial contra la Tuberculosis.

La 20º Conferencia Internacional sobre el sida es un evento organizado en colaboración con la ONU en el que participan activistas, afectados por esta enfermedad, expertos y políticos. Este año cuenta con la colaboración especial del expresidente estadounidense Bill Clinton. Los organizadores del evento aseguran que la conferencia no se cancelará pero que incluirán actos en memoria de los participantes fallecidos.

Redacción QUO