Han localizado quince nuevos monumentos neolíticos que aún permanecen enterrados bajo el complejo de Stonehenge

El complejo megalítico de Stonehenge en Inglaterra, lleva siglos fascinando a generaciones enteras. El misterio que desprenden sus colosales bloques de piedra parece inaprensible pero, poco a poco, la ciencia ha ido descifrando algunos de los enigmas que rodean a este enclave prehistórico. Pues bien, quienes quieran saber algo más acerca de sus enigmas ya tienen una cita ineludible: el próximo 9 de septiembre.

En esa fecha, un equipo de investigadores del Instituto Arqueológico Ludwig Boltzmann de Viena presentarán en el Festival de Ciencia de Birmingham, las conclusiones de un estudio que han realizado durante cuatro años y que les ha servido, entre otras cosas, para trazar el primer mapa tridimensional del entorno que rodea a Stonehenge. Y ya anuncian que va a haber sorpresas muy interesantes.

Utilizando magnetómetros GPS y georradares, los investigadores han elaborado una foto tridimensional de las praderas de Amesbury. En total, los arqueólogos han sondeado cuatro kilómetros cuadrados de superficie, realizando varios descubrimientos espectaculares. De los cuales ya han adelantado tres.

Afirman que han que han localizado quince nuevos monumentos neolíticos que aún permanecen enterrados bajo el complejo. Se piensa que estos bloques de piedra también habrían llegado, como los que forman el resto del conjunto, desde el norte de Gales, situado a unos 170 kilómetros de distancia.

El segundo hallazgo ha sido el de un sendero hasta ahora desconocido. Se trataría de un camino ceremonial utilizado en las procesiones que, al parecer, se realizaban hacia el monumento. Hay que recordar que en 2008, ya se apuntó la teoría de que el monumento fuera durante siglos un lugar de peregrinación y que tuviera incluso (dada la cantidad de restos humanos que se han encontrado enterrados en los alrededores) la consideración de santuario mágico y milagroso en el que sanar a los enfermos.

Pero lo más sorprendente de todo ha sido la aparición de dos pozos en las praderas próximas. Dos hoyos que en los días más largos del año coinciden con la salida y la puesta de sol, formando con Stonehenge un triángulo casi perfecto. Además, el agujero correspondiente al amanecer puede verse desde el monumento, pese a estar a más de un kilómetro de distancia.

aunque, para conocer más detalles sobre esta apasionante investigación tendremos que esperar aún, como ya hemos dicho, hasta el 9 de septiembre. Seguro que a más de uno le consume la impaciencia.