Se trata de un vestido al que se le ha añadido un exoesqueleto con forma de araña confeccionado con piezas impresas en 3D. Aunque lo que lo hace tan llamativo es que incorpora unos sensores que captan el estado de ánimo de la persona que se lo ha puesto: si está muy tensa, hace que sus patas se pongan en acción. Los sensores también captan cualquier movimiento, y si notan que alguien se aproxima de forma brusca, “ordenan” que el traje despliegue sus patas en posición de ataque, lo que dota a quien lo lleva de un aspecto amenazador. Este diseño está inspirado en las creaciones del artista suizo H. R. Giger (famoso por crear monstruos híbridos de carne y metal).
EL DATO: 2.500 piezas componen el exoesqueleto. Todas, coordinadas por un nanoordenador
Redacción QUO