Que la infancia es una edad muy influenciable a cualquier estímulo externo, es algo que todos intuíamos de alguna manera. Pero, ahora, investigadores de la Universidad Juan Carlos I han presentado los resultados de un estudio que analiza cómo influye la publicidad televisiva en niños y adolescentes, y como contribuye a moldear su imagen del mundo.

La investigación se realizó con 150 niños de la Comunidad de Madrid, y el resultado fue que los pequeños se contagiaban de la emoción suscitada por la excitación de los sentidos, y dicha emoción les llevaba a imitar las conductas que observaban en los spots. Por supuesto, el impacto de cada anuncio variaba, dependiendo de la fuerza de las imágenes y del sonido de cada spot, pero cuando estos eran muy potentes, el impacto que provocaban en los pequeños perduraba en el tiempo y les llevaba a construir sus propias imágenes mentales creadas a partir de las emociones generadas por dicho anuncio.

La conclusión es que los anuncios, en general, contribuían a moldear la imagen que los niños se hacían del mundo, incorporando conceptos (en ocasiones negativos) como la violencia o la competitividad. Por supuesto, en algunos casos, también se mimetizaban comportamientos y conceptos positivos.

Este estudio se suma a otros como el realizado en el año 2000 por la Socióloga y Psicóloga de boston Juliet B. Schor, autora del libro Born to boy. La experta concluyó que, a los dieciocho meses, los pequeños ya son capaces de reconocer los principales logos publicitarios y que, a partir de los tres, las marcas contribuyen a definir su identidad.

Redacción QUO