El reciente conflicto entre Rusia y Georgia ha hecho saltar en pedazos la llamada “Teoría de la guerra de McDonald’s”. Formulada en 1996 por el analista político Thomas Friedman, afirmaba que solo los países con un nivel aceptable de desarrollo económico tienen franquicias de esa compañía; por eso, nunca irían a la guerra, para no poner en peligro el bienestar alcanzado. Pero Friedman se equivocó: Rusia y Georgia sí tienen sedes de McDonald’s.
Redacción QUO