Los restos de un guerrero escita han sido descubiertos en un kurgán, una especie de túmulo funerario, en Kazajistán, según informó la Revista Internacional de Osteoarqueología. Peor lo más sorprendente del hallazgo fue que los arqueólogos encontraron la punta de bronce de una flecha incrustrada en su espina dorsal.
El hombre tenía entre 25 y 45 años de edad en el momento de su muerte y medía1,75 metros de altura. Esto probablemente indique que pertenecía a la élite de su clan. Normalmente, una herida sufrida en la espina dorsal provocada por una flecha habría matado a su víctima, pero este hombre logró sobrevivir. Todo indica que el asta de la flecha fue extraída de su cuerpo, quedando la punta dentro. En la mayor parte de casos, este tipo de herida causaría peritonitis o hemorragia, pero en esta ocasión el herido sobrevivió tanto tiempo que la punta de flecha llegó a corroerse dentro de su organismo.
Gracias al uso de radiografías y tomografía computerizada (TAC), los arqueólogos descubrieron también que la punta de la flecha se fragmentó, seguramente al golpear con el hueso. Los investigdaores aseguran además que el guerreoros obrevivió gracias a que el arma estaba hecha con una aleación de cobre. Si hubiera sido fabricada con plomo, habría acabado muriendo por intoxicación.
Redacción QUO