Quien nos iba a decir que Doraemon, el gato cósmico más popular del anime, iba a ser capaz de hacer milagros. O, al menos, así lo creen en una aldea tailandesa donde utilizan un peluche del célebre eprsonaje para pedir que llueva. Hasta la fecha, los lugareños empleaban en sus rogativas un gato vivo, al que metían en una caja de madera para, luego, llevarlo de procesión por diversos monasterios. Pero alguien convenció a los aldeanos de que era una crueldad tener al pobre gatito encerrado en una caja, y que lo mejor era usar uno de peluche. Aunque los campesinos no encontraron ningún modelo que les convenciera hasta que dieron con uno del famoso Doraemon que, ahora, se ha convertido en el protagonista de estos rituales.
Personalmente, tras conocer esta noticia tengo que decir que me han surgido dos dudas. la primera es… ¿habrán visto estos campesinos tailandeses algún capítulo de doraemon? Me da que no, porque si realmente conocieran la serie sabrían que el gato efectivamente tiene poderes. Pero como es tan torpe, siempre acaba sucediendo lo contrario de lo que se propone.
Y segunda, ¿acabaremos viendo como en los pueblos de España sustituyen a las vírgenes que se usan en las rogativas por algún muñeco de Magical Girl? Miedo me da consolo pensarlo.
Redacción QUO