Todas las hipótesis sobre la autoría del reciente atentado en Bangkok están abiertas, pero las autoridades tailandesas ya han avanzado que una de sus principales líneas de investigación son los activistas uigures. Precisamente, estos grupos ya fueron considerados sospechosos de estar detrás de la misteriosa desaparición del avión de Malaysian Airlines (cuyos restos se han encontrado recientemente en Isla Reunón) pero, hasta la fecha, no ha conseguido demostrarse su posible implicación. De hecho, ni siquiera se sabe aún si el citado avión fue objeto de un secuestro o un atentado.

Pero, ¿quienes son los uigures y por qué se convierten en sospechosos cada vez que Asia es sacudida por un suceso violento? Se trata de una etnia minoritaria en China, de orígen musulmán. Y, aunque sólo representan el 9% de la población de dicha nación, paradójicamente, habitan en la región de Xinjiang, la más extensa del país. El caso es que los uigures siempre se han sentido discriminados. Tras el estallido de la Revolución Cultural y la llegada de Mao al poder, fueron perseguidos por sus creencias religiosas, y cientos de ellos tuvieron que marcharse al exilio. Las cosas tampoco han mejorado en las últimas décadas, ya que esta comunidad ha llegado a sentirse extraña en su propia tierra. ¿El motivo? El gobierno chino lleva años promoviendo la emigración de personas de etnia han (la mayoritaria del país) a Xinjiang. El resultado ha sido que los uigures se han convertido en minoría en una provincia en la que eran mayoritarios. Y lo peor es que (según denuncian) los han se quedan con los mejroes trabajos y las mejores tierras.

Ese estado de malestar culminó en 2009 con una serie de violentas protestas que provocó que las autoridades de Beijing condenaran a muerte a seis activistas uigures. Desde entonces, los activistas de esta minoría han sido acusados de estar detrás de diversos atentados. El más célebre el que se produjo en marzo de 2014 en la estación de trenes de Yunnan, cuando un grupo de uigures atacó a la multitud con cuchillos, matando a veintinueve personas.

A estos grupos rebeldes de uigures se les considera vinculados a un grupo terrorista llamado Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (ETIM). De hecho, varios miembros de esta organización presos en Tailandia habían sido deportados recientemente a China, a pesar de que sus abogados habían denunciado el riesgo que corrían de ser torturados. Este hecho es lo que ha llevado a las autoridades tailandesas a pensar que los uigures podrían estar detrás del atentado de Bangkok, que habría sido una represalia a dichas deportaciones. También aseguran que hay indicios de que el principal sospechoso de este trágico suceso (cuya imagen se ha difundido) pertenece a dicha etnia. Pero, de momento, únicamente son conjeturas.

Habrá que esperar, por tanto, a que las investigaciones avancen y se obtengan resultados definitivos sobre la autoría del atentado. Mientras tanto, nos seguirá quedando la duda sobre si los activistas uigures son realmente un grupo al que hay que empezar a temer en serio, o si se trata del chivo expiatorio de algunos gobiernos como el chino, al que cargar con las culpas de cualquier suceso violento sin aclarar. De momento, como en el caso de la desaparición del avión de Malaysia Airlines, se puede decir que «todas las hipótesis están abiertas».

Redacción QUO