Con apenas 28 años se ha convertido en la primera y única futbolista de nuestro país en ganar la Champions League y en estar nominada al Balón de Oro. Muy concienciada con el papel de la mujer en el deporte rey, desde febrero de 2015 es embajadora de la UEFA para el desarrollo del fútbol femenino. En su mente está llegar a ser en un futuro entrenadora y, ¿por qué no?, dirigir a un equipo masculino. Ella es Vero Boquete. Sin duda, toda una leyenda viva del fútbol femenino español.

¿Cómo te vino esta afición por el fútbol? ¿Tenías a alguien de tu familia que te lo inculcara?

Empecé jugando porque mi padre es entrenador. Mi hermano, tres años mayor que yo, también jugaba. Entonces, claro, ellos estaban siempre con el balón y yo con ellos.

El gusto por el fútbol te vino con las ganas de jugar

Sí, sin duda. Todos los recuerdos que tengo desde muy pequeña son del fútbol, o en los campos con mi padre de entrenador o viendo los partidos de fútbol en casa. Siempre hemos sido muy futboleros.

Muchas veces has contado que de pequeña entrenabas con un equipo pero que no podías jugar en los partidos al ser chica. ¿Qué te decían los demás niños al respecto?

Esta situación se dio en mi primer año, cuando yo tenía cinco o seis añitos. Había una norma que prohibía a las chicas jugar con los chicos y yo creo que éramos todos tan pequeños que no asimilábamos muy bien el por qué no podía jugar. Es cierto que los niños me decían siempre “¿Y Vero por qué no juega? Pero la verdad es que éramos muy pequeños.

Siempre he tenido el apoyo de mis compañeros, los entrenadores siempre hacían por que fuese una más. Pero eso no quita que para mí el fútbol durante años fuera como un deporte individual.

¿Y ante esa situación tu familia que te decía?

Intentaban explicármelo de la mejor manera. Nunca dejaron de llevarme a un entrenamiento, yo era una más y siempre iba. Siempre he tenido su apoyo, han sido muy claros conmigo diciéndome que iba a escuchar muchas cosas, pero que si esto me gustaba pues que adelante. Siempre he dicho que todos mis valores y mis principios me los ha dado el deporte. Y han ido ligados en casa porque mis padres me han educado de la misma manera.

En 2010 tienes la oportunidad de ir de España a Estados Unidos. ¿Te costó mucho dar ese salto?

Pues la verdad es que no tanto. No voy a decir que iba sin miedo pero tenía claro de que si quería seguir creciendo Estados Unidos era el mejor escaparate. Así que hice las maletas para estar solo en verano e intentar darme a conocer. La verdad es que fue mejor que bien, porque me vieron jugar en la liga profesional y me firmaron ese mismo año para lo que quedaba de temporada.

¿Y profesionalmente te costó adaptarte?

Sí, había una gran diferencia en todo. Ya no solo a nivel de entrenamientos, partidos y demás, si no en la vida en general, porque al final pasaba de que entrenar era solo una actividad más del día a que fuese lo fundamental. Sí que hay un gran cambio, pero yo he tenido una evolución progresiva. Cuando estaba en Galicia y soñaba con ser profesional sabía que eso me iba a conllevar más sacrificios, entrenaba mucho más por mi cuenta y me concienciaba más de todo eso.

¿Y en el aspecto más personal no te costó?

Sí, es lo que más cuesta y como gallega todavía más. Somos muy morriñentos. Pero yo sabía que era lo que me quedaba. Creo que el momento más difícil fue la primera vez que me fui de casa, que fui a Zaragoza. Me costó, porque era decir adiós a mi familia, a mis amigos, a mi vida diaria en mi ciudad e irme a otro sitio donde todo era nuevo.

A partir de ahí es un poco seguir la rueda, cada país y cada sitio tiene sus dificultades. Siempre tengo ganas de volver a casa pero también sé que lo que estoy haciendo no lo puedo hacer aquí. Mi familia y mis amigos vienen a verme cuando pueden, me han mandado siempre todo el apoyo. Y la verdad es que ahora, con diez años que llevo ya fuera, lo voy llevando un poquito mejor.

Acabas de fichar por el Bayern de Múnich. ¿Qué te motivó para estar en ese equipo? Sobre todo después de haber ganado la Champions con el Frankfurt

Mucha gente se pregunta porque dejo el campeón de Europa por el campeón de Liga. Pero la verdad es que es un proyecto que me ilusiona mucho. Quería tener un proyecto nuevo con ambiciones, un equipo y un club que todavía puede seguir creciendo y creo que ahora mismo en Europa y en el mundo el Bayern, a nivel femenino, es el club que más puede mejorar. Ya tienen un gran equipo y han conseguido cosas pero las ambiciones que tenemos tanto el club como yo son muy parecidas. Tenía ganas de formar parte de algo importante, de seguir mejorando yo pero ayudar a un club a llegar a lo más alto. Esa es una motivación que este año va a estar muy presente.

Has estado en las ligas de España, Estados Unidos, Rusia, Suecia y Alemania. ¿Cuál te parece la más igualitaria y la mejor organizada?

Pues es difícil de escoger. Creo que he estado en las mejores ligas en su mejor momento. Cuando estuve en EE.UU era la liga más potente, con jugadoras internacionales. Además, a nivel de organización y mediático era lo máximo. En Portland nunca teníamos una media de menos de 12.000 espectadores y eso es único en el mundo del fútbol femenino.

En Suecia tienen mucho apoyo de la federación y a nivel cultural. Los suecos en general ven el fútbol femenino como algo muy normal.

Ahora mismo la liga alemana es la más competitiva a nivel deportivo y la que más seguimiento genera. Tiene el mayor apoyo y repercusión, los grandes equipos que luchan por la Champions suelen ser alemanes. La liga, como digo, es muy competitiva con tres o cuatro equipos luchando por los títulos. Cada vez hay más internacionales que llegan allí y dan un poco más de calidad. Creo que a nivel federativo, social, de organización y de seguimiento de los medios la liga alemana está un punto por encima del resto.

¿Hay alguna otra liga que te gustaría probar?

Pues la verdad es que sí. No creo que vaya a ser ahora porque estoy en el mejor sitio para rendir al máximo nivel. Tengo curiosidad por la liga japonesa y australiana y me gustaría volver a Estados Unidos. Pero ahora estos dos años estoy centrada en el Bayern y espero ganar muchos títulos.

¿Qué harías para mejorar la situación del fútbol femenino en España?

Es complicado porque hay muchos factores, pero creo que el mayor problema en España es a nivel social. El fútbol está visto como un deporte masculino y eso cuesta mucho. Hay mucha gente que sigue sin ver bien que las mujeres jueguen al fútbol o no conocen que hay una selección y una primera división femenina.

Entonces los clubes y los que están al frente a nivel federativo e institucional tienen que hacer un esfuerzo en eso. Si ellos dan el primer paso y promocionan nuestro deporte la situación de las futbolistas va a mejorar e implicará que te puedas dedicar a esto más profesionalmente. El nivel va a subir, la gente va a ver un fútbol mejor, con lo cual va a querer repetir y las niñas van a querer jugar a este deporte porque lo verán normal.

Es un poco una cadena que, sí, estamos empezando a hacerla rodar pero muy despacio. Creo que si todas las partes nos pusiéramos de acuerdo y remásemos en la misma dirección sería lo más fácil y lo más rápido.

¿Qué crees que es más fácil de cambiar, la mentalidad de esa gente que no entiende que las mujeres puedan jugar al fútbol o de las instituciones que os tienen que apoyar?

Hombre, yo creo que es más fácil llegar a las instituciones. Al final ellos tienen, o deberían tener, el deber de darnos una situación mejor y de promocionar el fútbol femenino. Tienen fuerza en muchos aspectos y a partir de ahí yo creo que la gente y la mentalidad cambiará. Es difícil cambiar eso si no les ofreces nada y no les haces entender el porqué de esto.

Hace dos años lideraste una campaña en España para que el juego FIFA incluyera equipos femeninos, cosa que este año ha sido así, ¿como te sientes al lograrlo?

Evidentemente me siento muy contenta. Hace dos años, tanto yo como mucha gente que hicimos la propuesta, creíamos que sería importante. Ver que EA Sports ha decidido incluir el fútbol femenino en el videojuego más vendido del mundo es muy satisfactorio. Confío mucho en que nos vaya a dar un impulso.

Has sido la primera futbolista española en conseguir una Champions y en estar nominada al Balón de Oro. Y además este año te has convertido en embajadora de la UEFA para el desarrollo del fútbol femenino. ¿Te sientes un referente y un modelo a seguir para las niñas?

En los últimos años, tanto mi carrera deportiva como otras cosas más extradeportivas me están impulsando a ser un poco más conocida y a que muchas niñas me tengan como referente.

Lo dije cuando fui nominada al Balón de Oro, para mí que una niña sepa quién es Vero Boquete tiene más sentido y mucho más valor que cualquier nominación o premio. Lo asumo como una responsabilidad y como una motivación. El saber que alguien está pendiente de mí me hace estar siempre un punto más concentrada, con más energías, dar mucho más e intentar ofrecer lo mejor de mí, tanto dentro como fuera del campo. Creo que con los modelos cuanto mejor sean, mejor vendrán las generaciones futuras.

¿Y cuáles han sido los tuyos?

Mis modelos fueron mis padres, yo me fijaba en los más cercanos. Mis padres no han tenido una vida fácil y ver como han trabajado y han luchado por ofrecernos lo mejor siempre me ha servido de modelo. Mis abuelos lo mismo.

Es cierto que luego a nivel deportivo tienes referentes, cuando eres pequeña idolatras demasiado. Yo por desgracia no he tenido modelos femeninos hasta que ya tenía 14 o 15 años. Mi primer gran referente ha sido la brasileña Marta Vieira, que años después he jugado con ella en Suecia y ahora somos amigas. Sí pienso que en España estamos creando referentes femeninos. Es muy importante que las niñas no sueñen con ser Messi o Cristiano, si no que sueñen con ser alguna de nosotras.

En los últimos años, con el éxito de la selección masculina y del deporte español en general, parece que la gente tiene más conciencia de la existencia de otros deportes más minoritarios y los siguen más a través de las redes sociales ¿Sientes que con vosotras ha ocurrido eso?

Sí, creo que todos los deportes minoritarios, en nuestro caso el fútbol femenino, tenemos algo que antes no teníamos: internet. La información está ahí y es fundamental saber usar los medios y las redes sociales. Antes mucha gente no podía seguirte y ver los resultados, no había esa información. Ahora aunque no tengamos espacio en los grandes medios ahí sí que lo tenemos. Luego todo eso tiene que ir acompañado de éxitos. Todo el deporte femenino en general le ha dado a España en los últimos años sus mayores éxitos. Y para mí la gente también lo valora, ve que con muy poco se han conseguido muchas cosas. Ojalá en los próximos años se vea en el deporte minoritario mejores condiciones para poder seguir con esos éxitos o conseguir otros mayores.

El próximo mundial será en 2019, ¿te ves en él?

Sí. A día de hoy me veo a nivel personal y seguro que a nivel colectivo. España ha dado muchos pasos ya y todos muy estables. Una vez probado este mundial y viendo que nuestro nivel cada año va a más no me planteo que España no pueda estar en el próximo y espero que yo también esté ahí.

¿Qué habéis aprendido de éste?

Te das cuenta de que la preparación es fundamental. Llegas a los grandes torneos donde todo el mundo está en un nivel muy alto. Nosotras sabemos que tenemos que lidiar con carencias y con falta de recursos de una liga profesional, cosas que sí tienen otros países y nosotras aquí no. Pero claro, tendremos que hacer un sobre esfuerzo y entrenar más y mejor. Lo que sí nos ha dado el mundial es experiencia y eso también es fundamental. Nos vamos sabiendo cómo podemos hacerlo mejor y esperamos poder conseguirlo para la próxima vez.

¿Qué cambios creéis las jugadoras que debe haber tras el mundial?

Hemos sido también claras con eso. La preparación del mundial no ha sido la mejor, apenas hemos tenido amistosos y apenas hemos llevado un control. No sabíamos cómo llegábamos, si lo comparamos con otros países estábamos a mucha diferencia. Sí es cierto que el talento de las jugadoras muchas veces tapa todas esas carencias pero claro, cuando compites contra las mejores en los grandes torneos pocas veces puedes salvarte.

Creo que todo en general se puede hacer mucho mejor. Puede mejorar la liga española, la preparación a nivel de selección y las condiciones. Se pueden hacer muchas cosas que hagan llegar a un gran torneo con garantías y solo centrada en lo deportivo y no en otras muchas cosas.

¿Te gustaría acabar tu carrera en Galicia o en algún equipo español?

Me encantaría volver a casa. Siempre lo he dicho, aunque he cambiado mucho de países y de clubes, a mi me hubiese gustado empezar y acabar mi carrera en el mismo sitio. Pero el fútbol femenino es bastante inestable y eso no puedes hacerlo. Sí me gustaría volver a España o a Galicia y jugar mis últimos años aquí. Pero claro, mientras pueda estar al máximo nivel creo que España no me lo ofrece, así que intentaré disfrutarlo fuera todo lo que pueda.

Y ya una vez que te hayas retirado, ¿tienes pensado ser entrenadora?

Sí, lo tengo claro. Siempre me ha gustado. He sido entrenadora desde los 15 años, cuando en Galicia llevaba el fútbol base. El fútbol en general es algo que me apasiona, así que cuando termine mi carrera como jugadora pues empezaré a estar como entrenadora. Ojalá que todo lo que no pueda ganar como jugadora lo pueda hacer como entrenadora.

¿Y entrenar a la selección femenina?

Yo creo que eso le apetecería a cualquiera. Al final ser la entrenadora de tu país es muy especial y a mí seguro que en el futuro me encantaría. Pero bueno, espero que todavía quede mucho para eso.

¿Te ves entrenando un equipo masculino?

¿Por qué no? Yo creo que todo está cambiando. Sé que es complicado pero sí, tanto yo como cualquier otra. Es algo que me gustaría, siempre y cuando estuviese capacitada. Si lo estoy para el fútbol femenino también lo estaré para el masculino.

¿Te gustaría hacer algo más institucional para cambiar la imagen del fútbol femenino en España?

Pues también me encantaría. Como digo soy una apasionada de este deporte y sé que el fútbol femenino español lo que más necesita es de gente no solo en el campo, si no también fuera de él. Pero claro, yo llegaré hasta donde pueda e intentaré hacer el trabajo que más necesite mi deporte y el que mejor sepa hacer.

¿Qué le dirías a esa niña que quiere ser futbolista pero que tiene sus dudas por todas las trabas con las que se va encontrando?

Pues que ahora tiene referentes. Hay jugadoras que lo han conseguido y lo han tenido igual o más difícil que ella. Si realmente le ilusiona esto y quiere hacerlo que sueñe en grande y que vaya a por ello. Y que si no lo consigue pues al menos lo habrá intentado, pero quedarse con la duda sabiendo que es posible… Ahora hay un mundo de posibilidades y está ahí esperándola.

Redacción QUO