A punto de cumplir 80 años, José Luis Borau acaba de ingresar en la Real Academia Española. Una noticia que me congratula, ya que mi película española preferida de todos los tiempos, Furtivos(1975), es suya.

Pero Borau era un cineasta que tenía que caerle bien a la fuerza a cualquier amante del western como yo. Porque si no me falla la memoria, es el único director español que comenzó su carrera rodando una película del oeste Brandy, el sheriff de los Otumba (1964), un filme bastante digno si tenemos en cuenta la escasa calidad de la mayoria de las películas de vaqueros made in Spain.

Pero su relación con el género no termina ahí. En 1984, Borau se fue a Texas para rodar Río abajo, una especie de western contemporáneo protagonizado por David Carradine, y que giraba en torno a los policías fronterizos que vigilan la frontera de Río Bravo, y las bandas organizadas que controlan el tráfico de inmigrantes ilegales.

Para acabar, y como dato curioso, conviene señalar que Borau ocupará en la Acadmeia el sillón con la letra B. Llamativa coincidencia ya que una de sus mejores películas es un curioso thriller titulado Hay que matar a B. Esperemos que en este caso el título no tenga nada de profético.

Vicente Fernández López