¿Han visto esta oreja? Pues es la de Van Gogh o, más bien, una posible réplica. Cómo se lo contamos. Y el «milagro» ha sido posible gracias a una combinación de tejido modificado de cartílago, mezclado con las células de ADN extraídas del bisnieto de su hermano Theo y de un sello que el pintor lamió en 1883. Esos restos biológicos han sido secuenciados y clonados en el Centro Universitario Romand de Médecine Légale en Lausanne.
Tan asombrosa idea fue alumbrada por Diemut Strebe, una artista alemana que vive en Boston y que trabaja con especialistas del campo de la biología y la ingeniería genética. Y contó todo el momento con el apoyo de Lieuwe Van Gogh, bisnieto del hermano favorito del pintor, que comparte una dieciseisava parte de su ADN con con el genio holandés.
En la exposición, el visitante es invitado a hablarle al órgano auditivo. Un programa informático procesa el sonido convirtiéndolo en impulsos nerviosos que a su vez se transforman en sonidos. En teoría, la instalación tenía previsto inicialmente que la oreja pudiera reaccionar pero la cosa no ha salido bien. Vamos, que se puede decir que la oreja es sorda.
Redacción QUO