Lo demostró Maurice Allais con sus modelos sobre la utilidad de que los Estados controlen ciertos precios, mejor que intervenir directamente. Él logró demostrar cómo, por ejemplo, administrando bien ciertos monopolios estatales (electricidad, trenes) por medio del equilibrio de precios se lograba un mayor bienestar social. Este prudente intervencionismo es justo una de las recetas contra la avaricia que apunta el Nobel de 2007.

Redacción QUO