Los arqueólogos son profesionales a las sorpresas, y por ello es habitual que no se inmuten por hallazgos que al resto nos parecerían asombrosos. Hallazgos como el de este cráneo encontrado en la ciudad mexicana de San Juan Evangelista, muy cerca del yacimiento maya de Teotihuacan.
Este cráneo perteneció a una mujer y lo que lo hace tan llamativo es su notable deformidad, que le confiere un aspecto casi alienígena. Pero, según los investigadores, dicha deformidad fue provocada intencionadamente.
Los arqueólogos creen que los huesos frontal y occipital de la calavera fueron comprimidos cuando la mujer era solo una niña, para conferirle a su cabeza ese aspecto alargado. ¿El motivo? Con toda probabilidad estético, y para remarcar que pertenecía a un estatus social superior.
Esta última hipótesis viene reforzada por el hecho de que en la dentadura se ha descubierto una piedra sustituyendo a una de las piezas originales. Un tipo de primitivas prótesis dentales, que en la sociedad maya solo se practicaba a los miembros de las clases acomodadas.
Pese a todo, este tipo de deformaciones craneanas solo eran típicas en el Sur de Mesoamérica, y no en el centro, donde se encuentra Teotihuacan, lo que hace suponer que esta mujer era una forastera en aquellas tierras.
Redacción QUO