KIC 8462852 no es un nombre fácil de recordar. Y es, además, el nombre de la estrella que le está rompiendo la cabeza a los astrónomos. Fue descubierta en 2011 y llamó la atención por una curiosa anomalía que nadie hasta ahora ha sabido explicar: su brillo cambia y se alteraba de forma intermitente, pero sin seguir ningún patrón reconocible.

Debido a ello se manejaron diverass hipótesis, como que fuera provocado por un grupo de cometas o asteroides. Pero la que excitó la imaginación de miles de personas fue la que propuso un investigador del SETI. Que se debiera a la existencia de una megaestructura construida por hipotéticos alienígenas.

La mayoría de los científicos están convencidos de que esa hipótesis debería ser la última que se barajase. Pero, ahora, acaba de saltar un nuevo misterio relacionado con KIC 8462852.

Según un estudio prepublicado en la web especializada ArXiv, y realizado por Benjamin T. Montet (astrónomo del Instituto de Tecnología de California ) y Joshua Simon (del Instituto Carnegie), y que está pendiente de revisión, el brillo de la estrella ha disminuido un 3% en cuatro años, una cifra insólita y que no tiene precedentes. Y, además, lo ha hecho de forma irregular. Muy poco al principio, y de manera más precipitada después.

De momento, nadie tiene una posible respuesta para este hecho que, lo único que hace, es confirmar que cuanto más se investiga la dichosa estrella, más misteriosa resulta.

Fuente: Estudio. https://arxiv.org/pdf/1608.01316v1.pdf

Vicente Fernández López