“Sin dolor no hay gloria”. Esas fueron las últimas palabras de Youba Sissokho antes de partir hacia Río de Janeiro, como miembro del equipo olímpico español. Y de dolor sabe mucho este joven púgil mallorquín, de origen senegalés, que se ha convertido en la gran esperanza del boxeo español y que, el próximo domingo 7, se subirá al ring para darlo todo en estos Juegos de 2016.

El combate se disputará a las 22,00 (hora local), y su rival será el púgil uzbeko Sakrham Giyasov, peso welter como él. Youba sabe que en la lona no hay adversario fácil de vencer, aunque eso no le arredra. “Los golpes duelen, pero los que te da la vida duelen mucho más. Los del ring, son golpes pasajeros, que duelen un cierto tiempo, pero la gloria que puedes alcanzar con una victoria dura toda la vida”, afirma el tenaz deportista.

Youba comenzó a entrenar con diecisiete años, aunque para él, en aquel entonces, el boxeo solo era un juego. “Me puse los guantes por primera vez para intentar vengarme de mi padrino y de mi hermano mayor, que me pusieron las pilas durante una cena de Nochevieja, porque me estaba portando un poco mal”, recuerda con ternura.

Pero, poco a poco, la pasión que le provocaba practicar este duro deporte se fue apoderando de él y ahora, siete años después, Youba está dispuesto a dejar muy alto el pabellón español en estos juegos. Aunque el camino para llegar aquí no ha sido sencillo, y ha estado plagado de sacrificios. El púgil entrena seis días a la semana, con una rutina dividida en dos tandas. La primera, de 10 a 12, 30 de la mañana, en la que realiza trabajo puramente físico (pesas, carrera…). Y la segunda, a partir de las cinco, centrada en los aspectos técnicos y tácticos del boxeo.

Youba Sissokho nos contó que la primera vez que subió a un ring sintió un cúmulo de sensaciones extrañas. “Era una situación un poco complicada”, recuerda, “porque ahí arriba no hay nadie que te ayude. Tu entrenador te intenta guiar pero, al fin y al cabo, estás solo”.Youba ganó su primera pelea. Desde entonces en su carrera se han alternado las victorias con las derrotas ( más de las primeras que de las segundas) y ahora, con decenas de combates a sus espaldas, el púgil se sube al ring con la actitud de quien ha aprendido a disfrutar con los retos. “Hay boxeadores a los que le gusta intentar intimidar al rival. Yo no soy de esos. A mi me gusta divertirme boxeando, hacer una buena pelea. Luego, ya se verá el resultado”, asegura.

El boxeador estuvo recientemente en Quo para colaborar en uno de nuestros reportajes, titulado: Máquinas perfectas. 18 héroes al desnudo. Él, junto con otros diecisiete deportistas de alto nivel, se quitó la ropa ante nuestras cámaras para que pudiéramos intentar desentrañar los misterios y los mecanismos que rigen el cuerpo de un atleta de élite. “Quiero mandar un cordial saludo a todos los lectores de la revista Quo”, nos dijo durante el curso de aquella producción, durante la que aseguró haber disfrutado muchísimo.

Y es que Youba es un hombre que, ante todo, sabe disfrutar de esa pelea continua que es vivir día a día. Encara todos sus retos con la misma actitud con la que se prepara para su primer combate en Río, positiva y cargada de energía. Pero también con prudencia y precaución. Y, prueba de ello, es que el púgil ha viajado a Brasil con su amuleto preferido, una medalla que reproduce El Corán. “Mi familia y yo somos musulmanes y, por eso, siempre la llevo conmigo. Me ayuda a ser más fuerte”.

Estamos seguros de que en Río también le ayudará. Y, desde aquí, nos unimos al grito de: “¡Todos con Youba!”.

Y no dejéis de leer nuestro reportaje 18 héroes al desnudo.

Vicente Fernández López