Por lo general, los tenistas profesionales sudan más que las tenistas porque, en algunas competiciones, sus partidos son más largos –cinco sets por los tres de ellas–. También se suda más en tierra batida, puesto que los puntos son largos y se corre mucho detrás de la bola. Los partidos de citas como el Roland Garros son los que más mojan la camiseta porque suelen disputarse en días cálidos: un tenista puede sudar hasta siete litros en un partido de poco menos de cinco horas.
Andrés Masa Negreira