En el año 70 de nuestra era, los ejércitos romanos mandados por Tito (quien posteriormente sería emperador) asaltaron y conquistaron Jerusalén, para tratar de poner fin a la rebelión judía. Y fue en aquella batalla cuando las legiones destruyeron el Segundo Templo. Tres años después se produciría la caída de Masada, el último reducto de la resistencia hebrea.
Ahora, la Autoridad de Antigüedades de Israel ha anunciado el descubrimiento de una serie de restos de aquel colosal enfrentamiento. Durante las excavaciones realizadas para la construcción de un edificio, han aparecido fragmentos de la que fue la tercera muralla de Jerusalén, y en ellos se aprecian los impactos de los proyectiles que los romanos dispararon con sus catapultas contra los defensores de la ciudad.
«El bombardeo tenía como objetivo atacar a los centinelas que guardaban la ciudad y ofrecer protección para que las fuerzas romanas pudieran acercarse a las murallas con arietes para romper sus defensas», detallan los arqueólogos.
Fuente: http://www.livescience.com/56579-photos-ancient-roman-battlefield.html
Vicente Fernández López