Un inquietante hormigueo en el cuello que te hace girar la cabeza. Y una certeza: “Me observan”. Recibe el nombre de scopaesthesia o “síndrome de la mirada en la nuca” y, hasta ahora, se entendía como una experiencia propia del universo paranormal, de la misma naturaleza que la telepatía. Cuando han tratado de probarlo en laboratorios, han concluido que la posibilidad de que alguien nos mire de verdad es de un neutral 50%. Sin embargo Ilan Shira, psicólogo social de la Universidad de Cornell (EE. UU.), asegura haber encontrado un “detector de miradas” en el sistema visual humano. Según Shira, cuando alguien está colocado a nuestra espalda a más altura que nosotros y nos mira, nuestro sistema visual periférico lo capta. Una habilidad muy útil para descubrir el posible ataque de un depredador.
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Redacción QUO
