Hay varias razones por las que a las personas les cuesta mantener la mirada en una conversación. Las más conocidas son la vergüenza, la desconfianza, la mentira o tratar de ocultar algo. Pero hay una algo más desconocida para nosotros y está relacionada con el funcionamiento de nuestro cerebro.
Una nueva investigación llevada a cabo por científicos japoneses ha descubierto que nuestro cerebro a veces no es capaz de buscar las palabras adecuadas y centrarse en el rostro de una persona al mismo tiempo. Esto se debe a que el contacto visual precisa de los mismos recursos mentales que se utilizan para realizar tareas complejas, por lo que a veces se cambia la mirada de dirección mientras conversamos con los demás.
Según explicaron en su artículo publicado en la revista Cognition, «a pesar de que el contacto visual y el procesamiento verbal aparecen de forma independiente, la gente con frecuencia desvía la mirada del interlocutor durante una conversación. Esto sugiere que hay una interferencia entre estos procesos».
Fuente: dailymail.co.uk
Redacción QUO