Ehecachichtli es el nombre que recibían los llamados silbatos de la muerte o silbatos del diablo, que los aztecas usaban antes de entrar en combate. Tenían forma de calavera y emitían un espantoso sonido que algunos han comparado con el grito de una mujer siendo despellejada. Hay que imaginarse el efecto demoledor que cientos de estos silbatos sonando al unísono debían de tener sobre el ejército enemigo.
https://youtu.be/94zMdMFyF3I
Redacción QUO